A finales de año, el Consejo de la Unión Europea alcanzó un acuerdo decisivo tras duras negociaciones: La decisión actual establece que la Directiva sobre el nivel mínimo de imposición, modificada el 25 de noviembre de 2022, debe incorporarse a finales de 2023 a la legislación nacional aplicable en los Estados miembros. El impuesto mínimo asciende al 15% y grava los beneficios de las personas jurídicas. Sólo las grandes empresas con un volumen de negocios anual igual o superior a 750 millones de euros y con al menos una oficina de representación en la UE se verán afectadas por el nuevo tipo impositivo mínimo. Se calcula que entre 7.000 y 8.000 empresas de todo el mundo se verán afectadas. Ya se está viendo que la imposición de la cantidad diferencial podría hacer ingresar sumas considerables a las arcas del Estado: Para Alemania, el Instituto Ifo calcula unos ingresos fiscales adicionales de hasta 6.700 millones de euros. En cambio, el aumento del tipo mínimo del impuesto de sociedades al 15% causa impacto directo sólo en cuatro Estados miembros de la UE: hasta ahora, sólo Bulgaria, Hungría, Irlanda y Chipre han gravado los beneficios empresariales a un tipo inferior al 15 %. Para Alemania y España (29,84% y 25%, 2021), la nueva legislación de la UE no contiene, pues, una orden de trabajo relativa al ajuste del tipo impositivo actual. En el futuro, el tipo impositivo mínimo estará flanqueado por la posibilidad de recaudar impuestos incluso sin tener domicilio social en el Estado miembro: El plan de la OCDE, que sirve de modelo al legislador europeo, también prevé el nacimiento de una obligación tributaria en el lugar donde se obtienen los beneficios. Se trata del segundo componente del paquete, destinado específicamente a cubrir las lagunas fiscales de las empresas que operan principalmente de forma digital. El trasfondo de la actual reforma fiscal europea es una alianza internacional de más de 130 países: ya en octubre de 2021 la OCDE había elaborado un paquete fiscal en nombre de los países del G20, que debía evitar la migración de los beneficios empresariales en el futuro y poner fin a la competencia desleal en el impuesto de sociedades en el marco de un programa de dos pilares. Esto fue aprobado por casi todos los países de la OCDE. El largamente trabajado acuerdo sobre el impuesto mínimo representa un gran paso adelante para la cooperación y la cohesión internacionales en la lucha contra los paraísos fiscales y la migración de empresas. Queda por ver cómo resultará la aplicación del impuesto global. Jennifer Wehl Rechtsreferendarin Actualidad: 12.2022